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CELEBRAR LA NATURALEZA CON LOS CELTAS


La Rueda del Año Céltico

Los celtas no desaprovechaban la oportunidad de honrar la naturaleza y sus beneficios. La rueda celta del año sigue el ritmo del calendario agrícola y las estaciones. Cada año, los pueblos organizaban 4 reuniones festivas para encontrarse, compartir y organizar la vida de la comunidad según las limitaciones y los dones que ofrece la naturaleza. Las 4 fiestas lunares: Samhain el 1 de noviembre, Imbolc el 1 de febrero, Beltain el 1 de mayo y Lugnasad el 1 de agosto. Por otra parte, en la rueda céltica celebramos además las 4 festividades solares: equinoccio de primavera, solsticio de verano, equinoccio de otoño y el solsticio de invierno.





Hoy os hablaré de la festividad de Lugnasad que vamos a celebrar el 30 y 31 de julio.


Literalmente, "asamblea de Lug", Lughnasadh o Lugnasad, aparece inmediatamente como una festividad dedicada a la deidad principal del panteón celta: Lug, Dios de la Luz, el conocimiento y las artes, así como del poder, la ley y la soberanía.


Según la leyenda, él habría instituido la fiesta de Lugnasad en homenaje a su madre, la diosa ctónica Tailtiu, que murió de agotamiento tras haber transformado los bosques irlandeses en llanuras cultivables. Lugnasad sigue siendo así una fiesta ligada a la cosecha, a la tierra nutritiva y fértil.


Lugnasad es así a imagen del dios Lug y sus múltiples funciones (sus dominios son tan variados que uno de sus epítetos gaélicos es Samildanach , "el politécnico"). Sin embargo, conserva su aspecto telúrico y ctónico: es sobre todo una oportunidad para celebrar la cosecha y agradecer a la Tierra. Así, se preparaban platos especiales con los frutos de la primera cosecha, de que se ofrecía una pequeña parte al dios en señal de agradecimiento.


En la antigua Galia, esta festividad se celebraba en los Carnutos. Carnutae, Carnuti, eran una poderosa nación céltica de la Galia central. Su territorio se extendía sobre las dos orillas del río Loira, entre Cher, el Eure y el Sena.





Durante la celebración de Lugnasad se observaba una tregua, debiendo los guerreros acudir desarmados a las celebraciones. La equidad y la justicia eran conceptos muy importantes para los celtas, que aprovechaban la oportunidad que brindaba esta festividad, para resolver disputas y honrar sus deudas, bajo la tutela de los Druidas y Druidesas. También era costumbre distribuir los productos de la comunidad para dar una parte a los más pobres. Porque, si Lugnasad es la fiesta de la cosecha, es necesario dar para recibir, como se siembra para cosechar.


Y dado que Lug patrocina las artes y los juegos, la gente escuchaba de buena gana a los Bardos y Poetas y se organizaban competiciones atléticas: carreras de caballos, lanzamiento de peso, lucha libre. Lugnasad es también una oportunidad para comerciar, según los celtólogos, en Irlanda se celebraban grandes ferias. No olvidemos que Lug también es el dios de los comerciantes y viajeros.


Lugnasad desaparece a partir del siglo VI, pero los ritos y prácticas asociadas se mantienen al ser cristianizados. Así, Lug es reemplazado por San Patricio en Irlanda y por San Maël Ruba en Escocia.


Los movimientos neodruídicos, por otro lado, se formaron ya en el siglo XIX en Inglaterra, Gales y Bretaña. Como el neopaganismo no tiene liturgia oficial, los rituales varían según el país y el grupo. Donde algunos prefieren enfatizar la convivencia y el compartir, otros desean realizar los ritos antiguos tanto como sea posible, es nuestro caso en la “Nueva Orden Druida Sendero Verde®” que presido como fundador de la misma desde 1995.

Lugnasad, una fiesta que celebra la tierra nutridora y generosa, y el verano con el máximo calor del año y fructificación. Igual que para nuestros antepasados, también es una oportunidad para compartir.


Si Lugnasad es la culminación del verano y el fructificación, también es el presagio del paso del año. No está lejos el otoño que verá a la Naturaleza adormecerse antes de renacer en primavera, después de los oscuros meses de invierno.


La Danza Sagrada de Lug permite dejar atrás lo que queremos deshacer. También fertiliza los meses a venir para tener una buena cosecha de deseos, que formulamos durante la Danza de Lug. Es nutrir la abundancia, la prosperidad y también conservar las semillas de los valores. Esta Danza de Lug la realizaremos en la celebración de Lugnasad los días 30 y 31 de julio en la masía Más la Riba, situada en el bello entorno del Bergadà.


La Antigua Tradición Celta representa los valores que hemos heredado de nuestros sabios Ancestros. Sigamos semillando para cosechar la querida Antigua Sabiduría que nos regalaron nuestros Ancestros.


José Luis Nuag

Archidruida

 
 
 

Con casi 18 horas de día, los Druidas, Celtas, Wicanos y paganos en general celebramos la festividad del solsticio de verano, más comúnmente conocida como San Juan, en bretón Tantad Sant Yann. Antiguamente se encendían los Fuegos a partir de las siete esencias sagradas de árboles que son el Avellano y el Roble, el Manzano y el Acebo, el Pino y el Tejo y por último el Fresno.


El Fuego es a la vez un purificador y un regenerador, así como el prolongamiento ígneo de la Luz.


Tres formas de Fuego:


El Fuego de la Tierra, el nuestro, las Hogueras de las Tribus.


El Fuego de la atmosfera, que son los relámpagos, los Tambores del Cielo.


El Fuego del Cielo, que es el Sol, la Luz sin Tiempo.





Antiguamente, en las regiones montañosas bretonas, una rueda forrada con paja ardiente se hace rodar arriba y abajo de una colina para promover el viaje del Sol y alentarlo a desarrollar su curso. La Rueda es un signo de renovación perpetua y la paja es el símbolo de la desecación y la muerte.


Lug, es un dios solar que se puede pensar para el solsticio de verano, aunque la fiesta dedicada a él es Lugnasad, el 1 de agosto. Pero es un dios de la luz, de la luz espiritual, que, al ser politécnico, también tiene el poder de curar, lo que lo vincula a las hierbas medicinales.


Belenos es otro dios solar que encarna el brillo del sol, su fuerza vital y creadora: es por tanto una de las grandes divinidades de la vegetación y gestiona el crecimiento de las plantas, en particular de las plantas medicinales.


Es a él a quien honramos el 1 de mayo, para Beltain. No deja de ser sorprendente encontrar estas dos festividades dedicadas a diferentes aspectos del sol que enmarcan el solsticio, el punto culminante del verano, dedicado a Taranis, el dios de este relámpago que es el fuego de la atmósfera.


Por otro lado, sabemos que la soberanía, pilar de la civilización celta, debe ser conquistada. Y obedece a las leyes, en particular a las cíclicas donde se expresan los símbolos de la vida, la muerte, la germinación, la fecundidad, la llegada al mundo. La Rueda cíclica de la Vida, aquí y en.… el Cosmos.


Recolecta de nuestras Hermanas las Hierbas.


Además, es el momento de recolectar las hierbas medicinales que están en su mejor momento en esta época del año. Entre las plantas del Solsticio Verano, cuyo rito de recolección se hace caminando hacia atrás antes de que salga el sol, y con la mano izquierda se recolectan las siguientes hierbas: milenrama, angélica, artemisa, hisopo, hiedra terrestre, hipérico, heliotropo, orégano, manzanilla, salvia, macho helecho, verbena, genciana amarilla, flor de saúco, menta, caldo blanco, rosa mosqueta, madreselva, escrofularia, avellana, árnica, margarita grande, etc.

Porque se saltan los fuegos en el Solsticio de verano (San Juan).

Es en recuerdo de los ritos de fertilidad que las parejas saltan por encima de las llamas cuando se trataba de adivinar la altura de las cosechas por venir y asegurar la fertilidad de los jóvenes y nuevas parejas.

Han sido algunas pinceladas relacionadas con el Solsticio de Verano, os deseo a todos la mejor velada cerca del Fuego, indispensable en esa noche mágicamente Celta.


José Luis Nuag. Archidruida de “Nueva Orden Druida Sendero Verde 1995®”


 
 
 

Encarnada en la diosa Brigantia (Brigit), quien preside la festividad de Imbolc, la mujer celta es una mujer libre, iniciada, guerrera y orgullosamente enamorada.




La mujer celta constituye un caso único en la historia antigua. Ya sea gaélica, de Irlanda, bretona de Inglaterra o gala, las mujeres tienen derechos y obligaciones similares a los de los hombres. La igualdad de los sexos es evidente, tanto en la política como en la guerra. Los Celtas crearon la paridad.


Las fuentes irlandesas, aunque transcritas tardíamente, aportan a través de los grandes ciclos legendarios, informaciones al respecto. En esos textos, es posible deducir la existencia de una casta de mujeres sin duda a la vez combatientes y druidesas, adivinadoras también, encargadas de la iniciación militar y sexual. Evocadas en la historia de Cuchulainn llevan nombres simbólicos inquietantes: Scatach la Aterradora, Uatach Terrible entre todas.


¿Es tan asombroso en una sociedad donde la divinidad guerrera es una diosa llamada Bodh, la Victoria, o Morrigan? Están dotadas de poderes mágicos, que no deben oscurecer la existencia indiscutible de su orden sagrada y militar.


Jean Markalle, gran especialista en cultura celta, escribe: “Los romanos veían en la mujer una reproductora y un objeto de placer, mientras que los druidas asociaban a la mujer con la vida política y religiosa de su pueblo. Comprendemos, pues, la amenaza que suponía para el orden romano el pensamiento subversivo de los celtas”.


Efectivamente, los romanos en la conquista se asustaron con estas mujeres libres que defendían a sus familias, sus tierras, su gente. Escribieron muchos testimonios sobre aquellos que encontraron tan salvajes y bárbaros.

Y si Roma integró a los pueblos en el Imperio, no era necesario que esta libertad femenina diera ideas a las mujeres romanas, tratadas como bienes muebles. Por tanto, la cultura celta fue sistemáticamente destruida y reemplazada por una forma de vida romana. La iniciación druídica era la fuerza de las mujeres celtas. Los druidas y las druidesas fueron pues eliminados...


EL PODER DE LA MUJER CELTA


La mujer celta tenía un poder que parecería colosal incluso para las mujeres "liberadas" de hoy. Los celtas respetaban mucho su fertilidad, su poder para regenerar la vida. Además, cada mujer era la encarnación de la diosa madre, de la Tierra. Verdadera divinidad original, siempre fue escuchada, respetada y protegida. Muchas druidesas jugaron un papel importante, especialmente en la política gracias a sus facultades de clarividencia y magia. Esta visión de la mujer proviene directamente de la mentalidad ancestral de los pueblos celtas. Este último echó raíces en la noche de los tiempos.


Los celtas se consideraban seres espirituales que vivían en la Tierra. Este mundo terrestre estaba regido por un principio femenino omnipresente: Dana, la diosa madre. La mujer era pues reina en este mundo, que se denominaba también "Tierra de Mujeres" o "Tierra de las Hadas". El hombre era sólo un viajero, un visitante. En el estado de este estado de espíritu la sociedad celta no podía apartarles del poder mientras que se vivía en un mundo femenino en esencia. También debemos recordar que fue la mujer celta quien legó a la Europa cristiana el mito del amor puro y magnífico, absoluto y libremente elegido, por las leyendas artúricas, pero también las de Tristán e Isolda, de Deirdre y Naisi.

Está claro que la mujer celta es realmente la representación de ese ideal de belleza, coraje y fidelidad (muchas de ellas preferirán la muerte antes que sobrevivir a la de su amante), que animaba el mundo y el espíritu de los celtas en general, hombres y mujeres.


Festejemos esta Ceremonia de Imbolc 2022 con el pensamiento puesto en todas las diosas vivientes: Hijas, Madres y Abuelas que nos dieron la Vida, la Fuerza y la Libertad.





Feliz IMBOLC!!!


Archidruida José Luis Nuag

 
 
 
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